Los defensores de este método para elaborar presupuestos económicos creen que se puede hacer algo parecido en el sistema educativo con respecto a los currículos.
Presupuesto base cero es una interesante técnica hacendística que en 1970 introdujo Peter Pyhrr en la empresa norteamericana Texas Instruments. Ante el éxito del sistema, lo utilizaron otras empresas, como Westinghouse, Boeing o AT&T, y el presidente Carter lo implantó cuando llegó al Gobierno. Generalmente, al hacer los presupuestos se toma como referencia el del año anterior, se discuten aumentos y solo si las cosas van muy mal, como en los últimos años, recortes.
El presupuesto base cero adopta una actitud crítica y radical. Permite al Ministerio de Hacienda responder a la petición de aumento de un ministerio: “Empecemos por el principio. Antes de hablar de aumentos, justifique usted la necesidad de que exista su ministerio. Y en caso de que tenga que existir, comience a fundamentar cada una de las partidas”. Como filósofo lanzado por profesión a la búsqueda del fundamento de las cosas, me fascina este procedimiento. Los defensores del presupuesto base cero pretenden con él cortar el incremento estructural de los presupuestos. Si desean mas información, lean aquí.
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